Sin nombre, pero con encanto

    Primera razón: Es un bar clásico de entorno pesquero, muy humilde y pulcro. Se localiza frente a la nave de Optuna en Puerto Naos. Su oferta es tan variada como la compra que hagan sus dueños ese día. De hecho no hay carta. Lo que no suele faltar es el atún marinado, sin duda la especialidad de la casa, los calamares fritos o el pulpo a la plancha.

    Bandeja "three-fish" made in Lanzarote

    * Bandeja «three-fish» made in Lanzarote.

    Segunda razón: La comida la sirven en unas bandejas donde suelen distribuirla en raciones generosas, pero en las que no se debe buscar la sofisticación. La sardina “menuda” de Lanzarote es una delicia, al igual que los tacos de merluza rebozada y los pescados del día a la plancha que suelen ir acompañados con papa y mojo.

    Emblemático bar con aspecto y sabor a típico

    * Emblemático bar con aspecto y sabor a típico.

    Tercera razón: Los bocadillos de atún a la plancha con queso son otra de las gratas sorpresas de este bar donde la amabilidad de los que despachan siempre ayuda a que el lugar sea calificado de entrañable. La pequeña terraza de la entrada con un “puñadito” de mesas se convierte en un espacio de ambiente muy local, generalmente frecuentado por pescadores y trabajadores de la zona.

    Cuarta razón: El atún marinado, cortado muy fino, acompañado de tomate y cebolla es uno de los manjares que más se demanda. Perfectamente aromatizado, generalmente sin exceso de vinagre lo que ayuda a su digestión posterior, hacen que la carne de pescado quede tierna y muy sabrosa. Al salir directamente de la nevera a la mesa, es decir fresquita, se come con agrado acompañada por un botellín de Tropical.

    De estas sardinas locales no quedan ni las raspas

    * De estas sardinas locales no quedan ni las raspas.

    Quinta razón: Suelen tener otros platos, como las croquetas o las vueltas de solomillo, pero es un lugar para degustar el pescado de bajura de la zona. Sin florituras, ni cortes sofisticados, puede ocurrir que las servilleta se usen como platos, en este pequeño rincón marinero lo que uno encuentra es un bien cada vez más escaso, la naturalidad cien por cien.